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Estrategias para elaborar un comentario literario de un poema adultes meurtre ambi: qué aspectos ten



Si bien la revista cuenta con un excelente índice publicado por el Fondo Nacional de las Artes, a cargo de Elena Ardissone,2 el que aquí realizamos difiere de aquél puesto que nuestro criterio de organización privilegia el diseño de los números particulares y el orden cronológico de publicación. Esta perspectiva nos permite más fácilmente realzar la revista en sí misma -no ya como material de referencia-, exhibir sus cambios, dar cuenta de las polémicas que en ella se producen, de las temáticas que la recorren, el tipo de obras publicadas, de la relación de algunas de sus secciones con su contexto de enunciación político-ideológico. Nuestro trabajo recorta la revista según la orientación que propone el plan de tesis, intentando precisar la forma particular en que se pone en escena la emergencia del campo literario-intelectual y los problemas vinculados con este proceso. De este modo reseñamos casi exclusivamente aquellos trabajos que son relevantes para las hipótesis planteadas. Del resto de los escritos solo consignamos número de páginas o referencias breves sobre su contenido. Cuando nos ocupamos de la sección libros recibidos transcribimos todos los datos de publicación que allí se consignan, y entre [ ], los que agregamos.




Como Hacer Un Comentario Literario De Un Poema adultes meurtre ambi




Si expongo al señor Rojas a careo tan desigual, no es con el deseo de hacer comparaciones, pues soy de los que lo aplauden por su esfuerzo literario y sé lo que significa su personalidad en nuestra literatura. Lo hago para evidenciar con un ejemplo las observaciones de mi crónica. Hemos llegado a una época en que se debe imponer a los cultores de las letras, un rumbo y un ideal. En esto el señor Rojas estará de acuerdo conmigo pues mi tendencia al formular estos apuntes está dentro de la suya que dejó esbozada en su comienzo. Si La Victoria del hombre, discutible como poema juvenil, no es sino una promesa, El País de la Selva es un bello libro argentino, que tiene su vida y su emoción, y sus volúmenes restantes lo confirman en ese terreno y citaré La restauración nacionalista como documento incontestable en este sentido. En desacuerdo con la tesis central de la obra, encuentro en ella un objetivo, un camino, del cual no debió salir, pues las poesías, que a mi modo de ver, desconceptúan su propia finalidad de literato, equivalen a una sugestión de ociosidad artística y forman tan sólo un ejercicio paciente de voluntad. Pero convendremos que, si pasa como gimnasia intelectual, buena para no salir del gabinete a guisa de anotaciones marginales, no es posible ofrecerlo en el aspecto definitivo del libro. Me he particularizado con la idea de la muerte, que en el señor Rojas adquiere expresiones tan curiosas y pasaré a sentimientos y nociones igualmente primarias para demostrar idéntica inhabilidad en el autor para transmitirlas al verso. Para mí es una cuestión fundamental: el señor Rojas no siente la emoción de la poesía. Admitamos que sea un gran versificador, pero no es un poeta. Y la versificación es una aptitud mecánica, que se adquiere en la práctica. Simple sabiduría, se despoja de toda cualidad superior sino contiene la fuerza substancial de la belleza, que no es la mera euritmia de las palabras. La correlación de éstas implica inevitablemente el eje inevitable de una idea y por lo tanto se justifica el aforismo heineano: mas Los Lises del Blasón nos dan únicamente vocablos aislados que no responden a un vínculo visible; tal vez exista; no lo advierte el lector más experto. Hay imágenes pero sus series no se ligan por un sistema que exprese algo y en conjunto sólo tiene un valor material de sonido. El mismo resultado se obtienen con el amontonamiento de sílabas sin sujetarse a principios de lógica idiomática sino a las reglas comunes de la métrica. Con ello se aparta el señor Rojas, del carácter esencial de la poesía que se diferencia de la música por su capacidad determinativa. Es la fusión entre el sentido verbal y melódico, cuya separación no fue sino una vaga protesta de los innovadores contra los rituales fríos del clasicismo.


Pero en el silencio de los retiros no todo era esterilidad e indolencia. Debe decirse, algunos trabajábamos. Basta hacer el inventario de las publicaciones aparecidas algo después, cuando el pudor de los más bellos días y el deseo maduro de la manifestación, se despedían en nuestras almas. En ellas aparecen elaborados los gérmenes manifiestos en aquellas reuniones: motivos generales de novelas, narradas distraídamente como episodios incidentales de libros desconocidos; ideas; observaciones del momento, magnificadas con amor y paciencia de lapidario; dramas, cuadros, poemas, largamente pensados, sentidos y vividos, perfeccionados con la voluptuosa lentitud de una exquisita inteligencia.


Mauricio Gómez Herrera, el protagonista del libro de Payró, es una figura tan representativa de nuestro medio, como Don Quijote lo es en todo el universo. Su actuación en su provincia y en Buenos Aires nos sugiere mucho más que el mejor comentario constitucional. Es el propio ideal del criollo muy cuidadoso de su reputación, incapaz de fechorías indignas, pero cuya moral no se ofende ante el `negocio' que denota su diablura y su `savoir vivre'. Todos le reconocemos y seríamos capaces de sustituir su nombre por muchos otros bien conocidos, pero nadie hasta ahora nos lo había presentado con tanta crudeza como Roberto Payró. Tiene tres aspiraciones que le obseden de continuo: hacerse rico, ser diputado y por lo tanto figurar y hundir a su enemigo que milita en la oposición. El arrivismo es su credo, la venganza su entretenimiento. Conoce la escasez de su ingenio, pero esto no le inquieta. Acaso sea su primera virtud! En las cuestiones privadas, varias seducciones y algunos engaños, le darán mayor prestigio; además, algún duelo le consagrará su arrojo, sin el cual inútil le sería toda tentativa por ser `algo'.


-Horas fugaces de Felipe Valderrama, por Alfonso de Laferrére. El autor es mencionado como director de Mes literario de Venezuela. Valderrama publica en ella sus poemas Horas fugaces.


Se trata de un poema original en el que la forma y el contenido se dan la mano para hacernos llegar a través de sus estrofas, con un lenguaje lleno de imágenes y con un dominio claro de los recursos literarios, un mensaje claro de esperanza.


Mayte Gómez Molina (Madrid por accidente, Granada por sangre, 1993) es una escritora y artista audiovisual y digital que trabaja con el concepto de literatura expandida. Su trabajo se mueve entre la escritura, el vídeo y las nuevas tecnologías, intentando buscar formas de que la literatura tenga otros modos de recepción y que alcance al mayor número de personas posibles, ya que confía en que el arte y la literatura encuentren maneras colectivas de crear significado fuera de los espacios tradicionales de divulgación artístico-literaria. Becaria Fullbright 2019-2021, ha estudiado un máster en cine, vídeo, nuevos medios y animación en The School of the Art Institute de Chicago, como colofón a sus estudios en Comunicación Audiovisual y su máster en Producción e Investigación Artística en la Universidad de Granada. Combina su educación en la creación de imagen con su vocación por la literatura para hablar de temas como la identidad, el cuerpo, la tecnología y la realidad como ficción que construimos. En 2018 fue ganadora del Primer Premio de Narrativa en Málaga Crea, en 2016 del XXXI Concurso literario "Jorge Guillén" (Málaga, España). En 2015 fue primer premio del XIII Concurso Literario "Eugenio Carbajal" (Asturias, España) y en 2014 del XL Concurso Literario "María Agustina" (Murcia, España). En 2021 ha hecho su primera publicación, Mi Piel Virtual, Cansada (Universidad de Granada, 2021) un poemario que contiene un ensayo y un experimento visual creado a partir de imágenes recopiladas por Internet. El poemario era parte de su primera exposición individual, que se titulaba Me veo la Nuca, y que estuvo desde diciembre de 2020 a febrero de 2021 en el Palacio del Almirante de Granada.


Nélida Pessagno: Profesora de letras, concertista de piano, escritora y poeta. Vicepresidenta de la Sociedad Argentina de Escritores (SADE Central). Consejera Titular de la Fundación El Libro y editora de Carrillón Ediciones. Es autora de los libros: Poemas Existenciales, Devolvedme mis templos (poesía), En venta (cuentos), Los Destructores (obra de teatro), Del Sueño al Grito (poesía), Antología poética de Manuel del Cabral, Y Esta mujer que habla, entre otros. Dirigió talleres literarios, obtuvo numerosos premios e integró innumerables antologías. Publicó poemas en diarios y revistas, tanto en nuestro país como en el exterior y formó parte del jurado en múltiples concursos literarios. 2ff7e9595c


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